viernes, 9 de diciembre de 2011

Momentos. ¡Qué gran palabra! Nuestra vida está compuesta de pequeños detalles que forman en su conjunto momentos tan efímeros y a la vez tan intensos que quedan grabados en nuestra mente.

¿Qué sería de la vida si no disfrutásemos con ciertos momentos? Como ya sabéis yo tengo una  visión totalmente subjetiva de la vida. Para mí la vida es como si fuese una pila, es decir, que posee un polo positivo y otro negativo y que, sin ambos sería imposible de que se llevase a cabo. La mayoría de nosotros siempre estamos buscando el punto intermedio entre el “polo positivo” y el “polo negativo”, es decir, buscando la homeostasia de nosotros mismos. Pero, ¿qué me decís cuando nos encontramos en el extremo “positivo”?

Para mí al menos es un estado de clímax donde todo es perfecto por muy insignificante que sea el momento. Si os fijáis en la foto que he colgado podemos observar una situación tan cotidiana como tres amigas riendo por alguna tontería que ha sucedido en ese momento. Quizás si otra persona hubiese observado ese momento no hubiese sentido nada pero lo importante aquí es que, por poco interesante que sea el suceso lo importante es disfrutar de él y de las personas con quienes se comparte. Es cierto que con el paso de los años uno aprende a valorar a aquellas personas con las que disfruta de su compañía y que, en definitiva son importantes en su vida.

Se acercan fechas en las que, además de recibir unas merecidas vacaciones y descansar, también son para aprovechar y estar cerca de aquellas personas que son importantes para nosotros. Padres, hermanos, hijos, tíos, abuelos, primos, pareja, viejos amigos… Es un tiempo de reencuentro. Recuerda que nunca es tarde para disfrutar de MOMENTOS junto a aquellas personas que quieres y sobre todo para decirles lo importantes que son para ti, detalle que solemos olvidar todos constantemente. 

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