sábado, 13 de abril de 2013


Un círculo que te atrapa. Sin salida. Una vida de rutinas que se repiten hasta la saciedad. Hasta el hartazgo. Hasta que no puedes más y tratas de explotar. Implosionando. Recayendo mil veces en los mismos errores. Y da igual las veces que te reconstruyas. Nunca cambiarás de planos.


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