martes, 23 de abril de 2013


Vivir despeinado.

Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.

Hoy he llegado a la conclusión de que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar de la vida con mayor intensidad… el mundo está loco, definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo bonito sale caro. El sol que ilumina tu rostro se arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…

- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar… despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a las personas que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible
                                                                                    - Y un largo etc…

Así que a partir de ahora QUE VIVAN LOS CABELLOS DESPEINADOS; a partir de ahora cuando me veas despeinada pensarás que estoy algo “majareta” pero no dudes que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer asiento del vagón de una montaña rusa que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria… Y quizá debería seguir las instrucciones pero, ¿cuándo me van a dar la orden de ser feliz? ¿Acaso no se dan cuenta que para que una mujer esté bella debe de sentirlo y creérselo primero? Para ser la mujer más bella que puedo ser lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo vea la chica que quiero ser y no la que los demás quieren que sea. Por eso mi recomendación a todas las mujeres es que hagan el amor UNA Y MIL VECES (no veas lo que despeina este asunto…), comer sano, besar, abrazar, bailar, enamorarse y desenamorarse todas las veces que sean necesarias, relajarse, viajar, saltar, trasnochar, madrugar… Correr, volar, cantar, ponerse guapa, ponerse cómoda, admirar el paisaje… Disfrutar, y sobre todo, dejar que la vida te despeine. Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.


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